[05] Más viajes y dulces recuerdos…

Preparé y hice mis primeros alfajores de maicena hace aproximadamente ocho años. Nunca antes los había visto. ¡Ni siquiera había escuchado hablar de ellos! Pero poco a poco empezaron a invadir terreno. Primero a través de pequeñas «historias de transmisión oral» (recuerdos evocados por otras personas); más tarde, a través de la lectura...

Alfajores de maicena

A pesar de que en ese momento el mundo de los blogs gastronómicos estaba casi completamente despoblado, busqué información en Internet: entonces ya se encontraban muchas recetas en foros, páginas personales... Y, tras dudar entre una y otra, me decidí: seguramente elegí la que entonces me pareció más fiable, o quizás la que tenía las fotos más atractivas. (Es triste, pero hacer una buena fotografía de comida es todo un arte... y sin embargo a la vez es inevitable comer con los ojos. ¡Y es evidente que la calidad de la imagen no siempre tiene una relación directa con la calidad de la receta!)

Alfajores de maicena

En cualquier caso, me lancé a la piscina y empecé a hacer alfajores. No sabía exactamente cómo tenían que quedar, ni qué gusto y textura debían tener... Todo esto lo he ido descubriendo poco a poco, después de preparar entre cinco y diez veces en ocho años y de preguntar a los probadores oficiales si se parecían al producto original.

Las primeras veces, a pesar de que nadie se quejaba, posiblemente no se parecían mucho: ¡las galletitas estaban demasiado tostadas! Todas las recetas advierten de ello: los alfajores de maicena deben quedar blancos por fuera. Pero la inexperiencia y el miedo a que quedaran crudos me llevaba irremediablemente a esperar demasiado en sacarlos del horno.

Hasta que un día vinieron a comer K. y N. y, de regalo, trajeron alfajores hechos en casa. Se fundían en la boca, de lo ricos que estaban. Después de los alfajores vino la receta. Seguramente no se debe alejar mucho de la que había usado en otras ocasiones, ¡pero los resultados estaban tan buenos...! La adopté; y también adopté un formato más pequeño, de bocatto, que seguramente no es muy fiel al original.

Esta vez he aprovechado que volvimos de Uruguay con un cargamento de dulce de leche Conaprole, uno de los mejores dulces de leche pasteleros que he probado jamás. Otras veces había preparado la mitad de la receta, porqué una receta entera da alfajores para saciar a un ejército de golosos. Esta vez no, pero he congelado una parte de la masa para alguna ocasión futura no muy lejana.

Alfajores de maicena

CA

Los alfajores de maicena son una variedad de pasta seca típica de América Latina que se compone de dos delicadas galletas de formato redondo unidas por un relleno generalmente de dulce de leche.

Receta en: [post_url] Fecha de publicación: [post_date]

Ingredientes

Para la masa:

Unidades Métrico Volumen Ingrediente
200 gr de mantequilla pomada
180 gr de harina
180 gr de harina de maíz («Maizena»)
200 gr de azúcar blanco granulado
1 c/p de levadura química
ralladura de un limón grande
2 40 gr de yema de huevo (L)
1 60 gr huevo entero (L)

Para el relleno y la decoración:

Unidades Métrico Volumen Ingrediente
q/n de dulce de leche pastelero
c/n de coco rallado

Preparación

Base

  1. En un bol, mezcla bien todos los ingredientes secos menos el azúcar. O sea: la harina, la fécula de maíz y la levadura química. Resérvalo.
  2. Bate la mantequilla y el azúcar con las barillas de la batidora eléctrica hasta que la mezcla quede muy cremosa.
  3. A continuación añade en primer lugar las yemas de huevo de una en una y, después, el huevo entero ligeramente batido. Asegúrate de que queden bien incorporados a la masa.
  4. Lava la piel de un limón con un cepillo, sécala y rállala encima de la mezcla de mantequilla, azúcar y huevo.
  5. Con una cuchara de madera o una espátula un poco rígida, añade poco a poco las harinas y la levadura reservadas. Deja de mezclar cuando consigas una masa homogénea.
  6. Divide la masa en cuatro partes, envuélvelas en film de plástico y resérvalas en la nevera un mínimo de 30 minutos.
  7. Saca una parte de la masa de la nevera, estírala con un rodillo hasta que tenga un grosor de entre medio centímetro y un centímetro y, con un cortapastas redondo pequeño, forma galletitas. Colócalas un poco separadas en una bandeja de horno forrada con papel antiadherente. Forma una bola con los restos, vuélvela a estirar y corta galletas hasta que se termine la masa. Si hace falta, enfríala después de estirar para trabajar mejor.
  8. Deja la bandeja en la nevera unos minutos para que las galletas conserven la forma al hornearse.
  9. Hornéalas a 170 °C entre 5 y 10 minutos. El tiempo de cocción es muy variable: depende del horno y del diámetro y grosor de las galletas. Si las observas, verás que durante los primeros minutos se forma una capa grasienta en la superficie. Después se secan las esquinas y, finalmente, pierden humedad en el centro. Sácalas cuando ya no estén húmedas pero no hayan empezado a tomar color. Deben quedar blancas pero cocidas.
  10. Déjalas enfriar encima de una rejilla de pastelería y, si no las usas enseguida, guárdalas dentro de una caja de hojalata o de un tupper.

Montaje

  1. Empareja las galletas según la medida. Déjalas boca abajo encima del espacio de trabajo.
  2. Rellena una manga pastelera con boquilla redonda de medio centímetro con el dulce de leche. Empezando por el centro, dibuja una espiral de dulce de leche en la mitad de las galletas. Tápalas con la otra mitad.
  3. Si te gustan los alfajores de aspecto tradicional, escudilla un cordón de dulce de leche en la junta de las galletas dejando que sobresalga y, con un cuchillo de punta redonda, repártelo por todo el contorno. Si los quieres más sencillos, puedes dejarlos solo con el relleno.
  4. Pasa los alfajores por coco rallado y guárdalos de vuelta en el tupper. Es mejor comerlos después de unas horas.
Alfajores de maicena

¿QUÉ ES...?

En América Latina, principalmente en Uruguay y Argentina, un alfajor es una pasta seca que se compone de dos galletas (tapitas) de formato circular unidas por un relleno. Generalmente el relleno de los alfajores de maicena o artesanales es de dulce de leche. Los alfajores industriales a menudo también estan rellenos de mousse de chocolate y tienen una cobertura de chocolate o una capa fina de merengue duro.

El alfajor latinoamericano es la evolución de un dulce tradicional de la gastronomia de l'Al-Andalus. El nombre proviene de al-hasú, que significa "relleno". Se difundió en el continente americano durante el periodo colonial.

Para más información:

LABORATORIO

Para un uruguayo o argentino las palabras «alfajor de maicena» tienen un significado muy concreto: dos galletas (tapitas) de fécula de maíz unidas por dulce de leche y decoradas con coco rallado. Sin embargo, cuando hablamos de alfajores industriales, todo está permitido: ¡merengue, chocolate negro, con leche, blanco... mermeladas varias...!

Y bueno... ¿por qué no dar a los alfajores tradicionales un toque de creatividad?

¡No vamos a ser los primeros en hacerlo! Busca imágenes en Pinterest con el término alfajores o alfajores de maicena. ¡Algunas propuestas son bien originales!

Podemos cambiar fácilmente el aspecto y el gusto de un alfajor de la siguiente manera:

  • Añadiendo un toque de colorante alimentario en la masa de la galleta.
  • Sustituyendo una parte de la harina por cacao amargo en polvo.
  • Sustituyendo el dulce de leche por una ganache de chocolate negro, chocolate con leche o chocolate blanco.
  • Decorándolos con gránulos variados (de chocolate, de azúcar de colores, de frutos secos tostados o crocante), cacao en polvo, té matcha...

RECURSOS

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